«Me paro a considerar esta sociedad, y me espanto, y grito : Está enferma, muy enferma, y lo está por la ausencia de Dios. Falta Dios entre nosotros, y lo que Dios deja, Satanás se lo anexiona. Esta sociedad se muere de frío en el alma, de ardor en las entrañas, de falta de fe, y de sobra de concupiscencia». «El demonio dijo a nuestros padres : seréis dioses. La revolución a nosotros : seréis reyes. El orgullo auxiliado de todos los vicios y de todas las pasiones desencadenadas es la revolución.» «Dios, que por sí solo creó al hombre, no acostumbra a salvar a los hombres sin que éstos ayuden. Dios salva, y es el único que salva». «El que no sabe lo que ha pasado en el mundo, mal puede saber o entrever lo que puede pasar». «Siempre que hablo de liberales, lo hago en el sentido en que el liberalismo está inexorablemente condenado por la Santa Sede. El liberalismo es…. el hombre emancipado de Dios, con su razón soberana a cuestas». «Es Satanás el padre de la mentira. Por rebelde, me indigna. Por mentiroso, me repugna». «Gran día el que juzgará a todos los siglos : No habrá disfraces ni máscaras ; al son de la trompeta nos levantaremos de los sepulcros y nos veremos el alma; porque aquel día no estará alumbrado por ningún sol; estará alumbrado por la misma verdad». «Creemos humildemente que el mundo paganizado necesita de grandes ejemplos y de terribles enseñanzas. Es menester una gran sacudida para que despierten los que duermen. Sólo Dios sabe lo que tiene reservado para mañana….». «Castelar, (político de los tiempos de Aparisi), puesto en el caso de optar entre la libertad y la fe, dijo en un discurso de deplorable elocuencia : «Opto por la libertad… . ¿Qué sabe ese desgraciado lo que es libertad?». «Estamos en vísperas de una gran calamidad y no pensamos en ello, vieja costumbre en el mundo. También reían los hombres y danzaban las mujeres el día antes del diluvio universal….. . Vivimos en una época crítica, una de las tres grandes épocas que los siglos han visto, en que un mundo se va y otro mundo se nos viene encima. Temo mucho a los hombres que no temen a Dios». «¿Cuándo, desde que el mundo es mundo, se fundó ninguna institución durable sino sobre una base religiosa? ¿Quién os hizo creer en la fecundidad de la nada? Sólo la impiedad injertada de hipocresía es la que sabe hacer las grandes infamias.» «No nos cansaremos de repetirlo: No creemos que Dios se olvide de nuestros padres y nos condene a vivir, a nosotros y a nuestros hijos, en tierra de Moab. Si tan tremendo castigo cayera sobre nosotros, levantaríamos nuestras tiendas en la tierra maldita, mirando al cielo, y sobre cada una de ellas pondríamos una cruz. A la sombra de la cruz nacimos. A la sombra de la cruz moriremos». ***** ![]()
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